La Big Rabia ponen un contundente epitafio a su carrera en Planta Baja

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Apenas han pasado unas horas, todavía nos retumban los oídos, y ya nos invade la nostalgia. Anoche se despidieron de los escenarios Sebastián Orellana e Iván Molina, La BIG Rabia, después de diez años de formidable carrera musical, de cinco discos y de haber derrochado su magia en los mejores escenarios chilenos y españoles y haber compuesto un montón de inolvidables canciones, en un evento promovido por Happy Place Records y la Sociedad Fonográfica Subterránea. Una pequeña gira andaluza, a la espera de si se pueden añadir algunas fechas adicionales de despedida, con cuatro estaciones; Córdoba, Jaén, Sevilla y cierre en Granada coincidiendo con la reapertura de la sala Planta Baja, motivo sin duda de celebración añadida. Dos pases de hora y media larga cada uno con todo vendido desde hace días, enorme expectación y lista de espera para conseguir anulaciones: era un noche grande y en condiciones normales el Planta también hubiera colgado el sold out.

Sebas e Iván repasaron repertorio básico, «un poquito de todo» anunciaba Orellana, desde el psicobilly y el punk de «La Bestia» y «Leche y mierda» hasta el bolero rock y la cumbia de «Boda negra», terreno en el que no tienen competencia alguna, con ese sonido crudo y primitivo propio de la formación guitarra pero enormemente enriquecido por la formidable textura vocal de Sebastián y el juego entre sutileza y furia de Iván Molina con las percusiones.

El set list de ambos shows fue muy similar salvo alguna modificación puntual. «Y que importa si fue así / Tal vez soy un perdedor / Pero nada más me importaba / Que sólo hacer las cosas que nos hacían feliz». La excelente «Dime» incluida en «La BIG Rabia» de 2016, el disco producido por Pedro de Dios, fue el opening común, toda una declaración de principios y también un contundente epitafio.

Después se sucedían «Ya no quiero más», «Capitán», «Hacia el norte», «Amor adiós», «Lo voy a soportar», «El arrepentido» o «Mi compromiso». Una propuesta enérgica y poco considerada con la vertiente más melódica del repertorio y en la que la conexión entre los músicos incendia el escenario, Sebastián juega con su guitarra de caja Hohner y su imponente finger picking extrayendo una inagotable gama de mágicas notas e invitando a Iván a continuar por el sendero propuesto. Tras algún momento más calmado, el clímax llega siempre con esa brutísimo tándem incluido en «La Bestia», «Canción de amor» que da paso a la furibunda «Cuando el sol cae sobre los cerros».

Fin del primer set y paso a los invitados, nada menos que Pedro de Dios y Antonio Pelomono que revivieron sus diversas giras como Mono Rabioso (por desgracia nunca editaron nada juntos, ¿existirán grabaciones de alguna sesión?). Pequeño set instrumental con un sorprendente duelo de guitarras y percusiones, coronado por la versión de «Jack de Ripper» incluida en ‘Gibraltar’ de Pelomono con Orellana atronando con un bajo modelo Hofner Vintage que parecía una caja de bombas. Algún tema inédito como «Presidio de los gatos» y fin de fiesta con un punto final extra en el segundo pase con una emotiva «Nenita, yo realmente te amo», uno de los temas más emblemáticos de su carrera que puede haber puesto fin a la misma y que puso de pie al entregado público.

«Queda nuestra música en los discos», señalaron antes de marcharse definitivamente en una noche inolvidable para ellos y para todos los que asistimos. Muy ilusionante todos los proyectos en solitario de ambos músicos, aunque no se debe ocultar que ya se les echa de menos.

2 comentarios en «La Big Rabia ponen un contundente epitafio a su carrera en Planta Baja»

  1. Un ciclo que marcara mi vida como admirador de este gran dúo , solo espero que esto sea un paréntesis en sus vidas donde se renovaran fuerzas para mas adelante regocijarnos con estos grandes temas .GRANDE LA BIGRABIA.-GRACIAS!!!!!!!

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    • Esperemos que sus carreras en solitario y en otros proyectos sean exitosas y longevas (y siempre nos quedará la esperanza de que vuelvan!!!!)

      Un saludo, Juan

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