Sebastián Orellana, del rock al bolero, un músico inquieto al que se le acumulan los proyectos

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SEBASTIÁN ORELLANA / LA BIG RABIA

Fotos de David Moya y Ignacio Orrego (Fotorock Chile)

Se cumplen 15 años desde que Sebastián Orellana, el chileno nacido en Concepción, iniciara su carrera musical. Acompañado por el batería Iván Molina, su primera gran banda fue La BIG Rabia, con la que desarrolló durante una década una frenética carrera anclada en el psichobilly más primitivo, boleros rockerizados y blues crudo y directo, con cinco LPs en los que no han dejado de transmitir un mensaje crítico y una militancia inquebrantablemente contestataria, con historias de desamor y de decepción a golpe de sus influencias más evidentes, desde Jon Spencer a The Cramps, desde Saicos a Link Wray.

Discos más salvajes como «La Bestia» o «Congo Zandor» dieron paso a una cierta evolución hacia un sonido más elaborado en «La BIG Rabia» (2016) producido por Pedro de Dios de Guadalupe Plata o el más melódico «Boda Negra» (2018), ya para el sello sevillano Happy Place Records. Sebastián e Iván se instalaron en España en 2017 y se convirtieron en músicos habituales en la escena andaluza, tocando en numerosas ocasiones en nuestro Lemon Rock. Con Mono Rabioso, una irrepetible fusión entre dos fuerzas de la naturaleza, La Big Rabia y Pelomono, también visitaron nuestros escenarios.

En 2019, Sebastián Orellana inicia su carrera en solitario y debuta con el sensacional «Dios Perro» editado por la Sociedad Fonográfica Subterránea. El chileno, con una exhibición vocal y guitarrística, nos regala una sensacional colección de canciones que indagan en lo más profundo de su alma, repletas de pasión y épica romántica pero también de cierta angustia al constatar una vertiginosa crónica de actualidad en la que todo parece derrumbarse debajo de nosotros. Destellos orquestales incrustados en un tono minimalista y árido, «Dios Perro» es uno de los grandes discos grabados en España en los últimos años.

De naturaleza inquieta, a Sebastián se le acumulan los proyectos, como Radio Huachaca; combo que nace para reivindicar la figura del maestro chileno Roberto Parra y otros grandes del folklore de su país, una fantástica aventura a ritmo de swing y jazz manouche. O los ritmos urbanos de Sonidero Caleuche, proyecto en el que colabora con Lorenzo Soria. O su última propuesta hasta la fecha: visibilizar al cantante venezolano de boleros José Guapachá, una estrella escondida afincada en España que lleva cantando desde los 12 años y que con 80 entra por primera vez a un estudio de grabación de la mano de Sebastián.

Y quién sabe cuántas cosas más nos deparará en fechas próximas, deseando estamos de tenerlo de vuelta en el Lemon Rock para que presente todos sus proyectos.

1 comentario en «Sebastián Orellana, del rock al bolero, un músico inquieto al que se le acumulan los proyectos»

  1. Solo deseo que tengan el mejor de los éxitos!!!! .Esto que hacen tan requete bien no a sido nada fácil ,el ser evaluadas sus creaciones por sus fans y estas que sean acogidas por sus seguidores les da ha dado mucho crecimiento y madures en el desarrollo de su arte. Solo desearles que van muy bien en este camino al éxito y soy un gran fan de Uds.

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