Melodía y electricidad, azúcar y fuego: el cóctel explosivo de Teenage Fanclub, que publica nuevo disco en 2021

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Cuando Gerard Love anunció hace dos años que abandonaba la formación de la que fue co-fundador, los escoceses Teenage Fanclub, muchos aficionados se temieron lo peor: que pudiera ser el final de una de las mejores bandas de pop y rock melódico de las tres últimas décadas. Por suerte, la banda con una formación que incluye a Norman Blake, Dave McCowan, Francis McDonald, Raymond McGinley y Euros Childs, ha sorprendido a todos con un nuevo LP en este 2021: «Endless Arcade», editado por Merge Records.

Si fuese necesario citar a las bandas que ejercieron una fuerte influencia en los Teenage Fanclub originales, sería imposible no mencionar a Big Star y The Byrds, si bien también resulta necesario completar con nombres como Beach Boys, Gram Parsons, Everly Brothers, Buddy Holly, Neil Young, Love o las diversas formaciones de Gene Clark. Desde que debutaron con su primer single en 1989, «Everything Flows», la banda no ocultó su deuda con el pasado, especialmente con la década de los 60.

Melodía y electricidad, azúcar y fuego, el cóctel explosivo que ha convertido a Teenage Fanclub en una banda de culto y tremendamente incluyente en generaciones posteriores, a través de una docena de discos irresistibles, algunos magistrales como «A Catholic Education», «Bandwagonesque», «Thirteen», «Grand Prix» o «Songs From Northern Britain», repóker publicado entre 1990 y 1997 que cimenta su característico sonido y que alberga el grueso de su potente repertorio en directo. «Bandwagonesque fue un disco muy importante, nos convirtió en una banda cool, llegando a eclipsar al primer LP, muchos pensaron que fue nuestro debut», escribió Norman Blake.

Después empezaron a presentar trabajos más experimentales, a espaciar más en el tiempo publicaciones y giras, compaginándolos con otros proyectos paralelos de cada uno de sus miembros, aunque siguieron publicando notables trabajos como «Howdy» (2000) o «Shadows» (2010), manteniendo siempre la llama de la formación viva.

Cinco años después de su anterior disco, «Here», publican «Endless Arcade», un muy buen disco aunque sea inevitable sentir la ausencia de Gerard Love. La carga melódica no es tan penetrante como en otras ocasiones, los riffs no son tan inmediatos. Se trata no obstante de un muy buen disco, digno sucesor de los 11 anteriores y con piezas tan abrumadoras como «Home», la apertura, o «Come With Me», el cierre de la cara A.

Puestos a soñar, que una nueva gira los traiga de vuelta a Granada y, por qué no, a nuestro Lemon Rock, donde tendrían indiscutiblemente el recibimiento que se merecen.

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