VVAA. «El Ombligo del Mundo». Producciones Peligrosas, 2022.
Como granadino coincido con muchos paisanos en que vivimos en una tierra muy “cainita”, lo de la ciudad que entierra sus ríos y mata a sus poetas que decía Morente no se nos queda corto, y quizás lo de la “malafollá” no ande muy alejado de ese cierto desprecio hacia al prójimo que parecemos tener instaurado en el “gen granaíno”.
Al margen de ciertos tópicos, prefiero quedarme con otras interpretaciones más luminosas y constructivas de nuestra ciudad, como la que hace nuestro querido Antonio Arias a propósito de su explicación de por qué en esta tierra tenemos una alta tendencia a la creación artística. Según Arias, se debe a que el río Darro tiene en sus aguas una carga de metales más alta de lo normal -recordemos que en la antigüedad se buscaba oro en su cauce-, de ahí que sus propiedades provoquen una menor gravedad en la zona y por tanto induzcan a la ensoñación de unos habitantes que ciertamente llevan siglos plasmando algunas de las mejores obras artísticas, literarias y musicales.
Por eso este trabajo ideado por Pablo Sánchez de Producciones Peligrosas desmonta buena parte de esas ideas cainitas, en lo que a música y cultura se refiere, que en otro tiempo posiblemente sí fueron muy reales, pero seguramente ya se quedaron en el olvido. Para constatarlo solo falta ver la lista de participantes en el proyecto y más aún cuando la recaudación irá destinada a una causa benéfica como es la Fundación Escuela de Solidaridad (www.escuelasolidaridad.org), una casa de acogida sin apoyo institucional que se dedica a trabajar acogiendo a personas en riesgo de exclusión y marginación.
La primera cuestión que se me viene a la cabeza en por qué Pablo decide meterse en semejante lío, montar esto y además con tanto ahínco -pues el trabajo comenzó por el 2014 y se ve finalizado justo ahora en 2022-, por lo que implica mucha dedicación y gestión de un amplio grupo de artistas con sus particularidades y agendas. Pero está claro que estos proyectos surgen desde el corazón y los motivos son más emocionales que aquellos que atienden a la razón. Admito que escuché hablar de “El Ombligo del Mundo” cuando no tenía ni nombre y lo tenía olvidado hasta que recientemente recibí información a través de The Borderline Music, que se ha implicado también para lograr una buena proyección mediática. Así que podemos decir que estamos ante un disco 100% de granadino y que podría incluso exportarse como “Marca Granada”, aunque no vaya por ahí la idea.
Para empezar que Los Planetas hagan una versión de 091, cuando los primeros fueron el claro relevo generacional de los segundos -además era constatada cierta rivalidad avivada seguramente por las incomprensiones de la edad y los estilos-, es ya símbolo de que en este disco se respira otro aroma. “La torre de la vela”, tema bandera de los de Lapido, ha sido adaptado al sonido Planetas con gran acierto -con una base al más puro estilo The Jesus & Mary Chain-, demostrando que es una gran canción, esté en boca de quién esté. Lo mismo ocurre con “Errante” que parece hecha a medida del eterno Miguel Ríos, 60 años ya sobre los escenarios, gracias a la excelente simbiosis con El Hombre Garabato que lo arropa de muy buena manera. Algo menos tiempo llevan Lori Meyers, pero no pocos pues se aproximan ya a los 25. El tiempo pasa rápido para todos, pero no para el “Vuelvo a Granada”, gran éxito de Miguel Ríos del año 68 que los de Loja reviven con firmeza para abrir este “El Ombligo del Mundo”.
Si todos estos artistas son símbolo de nuestra tierra, hay uno que creo personalmente la encumbra a otra categoría por el simple hecho de pertenecer a ella, se trata del maestro Enrique Morente Cotelo quién compuso una joya llamada “La Estrella” para su disco “Despegando” (publicado en 1977, el año del nacimiento del punk, de una democracia en ciernes, y del inicio de la regeneración del flamenco gracias a este álbum). Pues Niños Mutantes se meten en una de las más difíciles tareas del álbum para hacer una versión de este himno popular. He de reconocer que la primera vez que escuche su adaptación, en un directo que dieron en Madrid en 2016, me pareció una jugada muy arriesgada, pero tras volver a degustarla he de decir que sí, que salen victoriosos de tan ardua tarea tomando el lado más intenso de la canción en clave pop, formula que ya se les dio bien anteriormente con otras versiones.
Y si este disco tiene algo de inusitado, esto lo refrenda que casi por arte de magia el maestro Morente vuelva a conectarse con Los Planetas en una desnuda “Tendrá que haber un camino”, esta vez con la guitarra de Juan Habichuela Nieto junto a unos coros, percusiones y palmas que hacen de esta caña una pieza de enorme valor (aun pareciendo la misma toma de grabación que realizó el propio Pablo Sánchez para “La Leyenda del Espacio”), al coger un cariz ciertamente intimista en el que la voz de Enrique Morente se endulza con el acertado acompañamiento.
La otra cara del disco -porque sí es un disco con dos caras definidas e interconectadas, y no una ristra de canciones- la abren José Antonio García (TNT, 091) y El Hombre Garabato con “Nuevo Harlem” (1992), uno de los temas más destacados e intensos del repertorio de Lagartija Nick. Aquí García distorsiona un poco su voz y la música suena más limpia, a la inversa que la original, para reinterpretar este clásico al que curiosamente añaden trompetas y matices que lo revisten muy bien. Seguidamente le llega el turno a los propios Lagartija Nick que versionan uno de los temas menos conocidos del repertorio de Napoleón Solo, al que aprovechan para meterle una marcha extra y sonar perfectamente a los últimos Lagartija. Napoleón Solo eligen un clásico del pop español, “Mónica” de Los Ángeles, y en sus manos suena deliciosa, juguetona y dulce.
La cosa se pone mucho más seria, primero cuando Estrella Morente hace suya “En el ángulo muerto” y después con el propio José Ignacio Lapido que también se mimetiza con “La pequeña muerte” perteneciente al disco “Hostal Pimodán” (2005) de Lori Meyers. Dos interpretaciones redondas y llenas del buen hacer que proporciona el talento y la veteranía. Y no son menos Eskorzo, aunque ellos van a lo que van, a pasarlo bien y hacérnoslo pasar aún mejor vía Carlos Cano y su “Mestizo”(1992), título que me recuerda que en esta tierra somos mestizos en muchos aspectos, pues no se olviden que Granada fue arraigo de varias civilizaciones, que vinieron de diversos lugares como África, centro Europa, y por supuesto lugar para el regreso de los que hicieron las Américas tras la invasión de las mismas. Todo ello fue forjando la cultura popular, que sin querer sonar “chovinista”, nos ha hecho únicos. Y como muestra este disco lleno de grandes artistas y canciones. Así que graníno -no sea usted ni puto ni fino- comprense este disco que es ejemplo de lo nuestro y contribuya a una buena causa.
El diseño corre a cargo de Vanesa Zafra, quien comenzó trabajando con Lori Meyers (hizo buena parte de sus primeras portadas) y ha ilustrado algunos de nuestros locales favoritos como son Ruido Rosa y Lemon Rock.
Puestos a desear una segunda parte se proponen desde aquí algunos nombres: Hora Zulú, Fausto Taranto, Dellafuente, Arco, Unidad y Armonía, Grupo de Expertos, Juan Pinilla, Amparo Sánchez, Ayax y Prok, Carmencita Calavera, Fajalauza, Colectivo Da Silva, Mama’ Baker, Checopolaco, Red Passenger, Elemento Deserto, El Osombroso y Sonriente Folk de las Badlands, Guadalupe Plata, Dolorosa, Apartamentos Acapulco… tenemos talento para rato.
Listado de canciones de «El Ombligo del Mundo», que sale a la venta el viernes 22 de abril de 2022.
- Lori Meyers – Vuelvo a Granada de Miguel Ríos
- Niños Mutantes – La Estrella de Enrique Morente
- Enrique Morente – Tendrá que haber un camino (Caña) de Los Planetas (Con la colaboración del Coro de Cámara de Granada de Jorge Rodríguez Morata y Juan Habichuela Nieto)
- Los Planetas – La Torre de la Vela de 091
- José Antonio García – El Nuevo Harlem de Lagartija Nick
- Lagartija Nick – Sebastián de Napoleón Solo
- Napoleón Solo – Mónica de Los Ángeles
- Estrella Morente – En el ángulo muerto de Jose Ignacio Lapido
- José Ignacio Lapido – La pequeña muerte de Lori Meyers
- Eskorzo – Mestizo de Carlos Cano
Es lo que le faltaba a Granada. Una ciudad que marcó una época por su oferta de conciertos (la mejor del sur de España) a fuerza de incluir en ella a las mejores bandas internacionales, y que ahora pena con más de la mitad de su programación formada por bandas tributo de nulo interés. Nos han superado hace años Murcia, Málaga, Cádiz o Sevilla, por decir algunas. Y encima nos creemos el ombligo del mundo. Cómo si fuéramos Nashville, Düsseldorf, Chicago, Amsterdam, San Francisco, Liverpool o Nueva Orleans. Somos bastante patéticos. No hablo ni de tu reseña ni del disco, que ni he leído ni he escuchado. Hablo en general de la escena granadina que se ha creído su propia propaganda. Y ese es el camino más corto para dormirse en los laureles y perpetuar la más infructuosa y perniciosa endogamia. No pretendo ofender a nadie. Solo decir lo que pienso ahora que me queda poco en este convento y me la suda la hoguera (más bien la mini fogata) de las vanidades granadina en la que todos se dan palmadas en la espalda mientras se desprecian unos a otros cuando no se les ve. Los conozco a casi todos muy bien. Un saludo Alfonso