ELEMENTO DESERTO. «LA HORA MALDITA» (2022, Mai Lei Bel)
Publicación: 25/Abril/22 09:00 horas
El próximo viernes 25 de marzo tendrá lugar el lanzamiento del nuevo disco de Elemento Deserto tercero en su discografía, titulado «La Hora Maldita» y editado por el sello austriaco Mai Lei Bel.
Artículo realizado con extractos de entrevistas de Antonio Travé, Tony Molina y Dani Levy a JJ García (Ideal Granada), Manuel Borrero (Ruta 66) y Blog Costa Oeste Surf & Rock.
Dedicado a Manolo Borrero, cronista de la banda desde el principio y gran admirador de su obra. DEP
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En el año 2012 se anunció el punto y final de Chicken Congress, la banda de rock y blues granadina que a la postre acabo siendo el germen de algunos de los proyectos musicales más interesantes y trascendentales aparecidos en Granada en los últimos años. En los siguientes meses tuvo lugar una riquísima eclosión de bandas alrededor de ese tándem formado por Antonio Travé El Oso de Benalúa y Antonio Molina Moya. En Chicken Congress, el robusto cuarteto que completaban el bajista Javi Rodríguez y el batería José Granados, se apuntaba casi todo lo que después conocimos en las otras propuestas: el blues de corte clásico de El Oso y sus Sabandijas, el hard rock y el stoner de Araappaloosa, el power blues psicodélico de Supertrawler o el folk rock de El Osombroso y Sonriente Folk de las Badlands. Y una dosis suficiente de todo ello emerge en Elemento Deserto, la banda definitiva que ha dominado el rock en Granada en la última década desde su vertiente marcadamente vintage en cuanto a concepción, influencias y referentes y profundamente moderna en cuanto a experimentación y en el uso de técnicas de vanguardia en el proceso de grabación, con referencias que ellos mismos citan que van desde bandas como Captain Beefheart y Franz Zappa, Harvey Mandel, CAN, Neil Young, J.J. Cale, Grateful Dead o The Byrds, hasta grupos más actuales como Woods, Wilco, Wand, Tame Impala, King Gizzard & The Lizard Wizard o The Black Angels.
«Sucedió que a Antonio Travé “El Oso de Benalúa” (el otro guitarrista/cantante) y a mí nos picó algo en la navidad de 2013 y nos encerramos un par de días a grabar cosas en plan enfermizo. De esa sesión sacamos una demo acústica con algunos temas de nuestro anterior grupo (Chicken Congress) que no habíamos llegado a grabar, y algún tema nuevo. Cuando, dos veranos después, quisimos llevar los temas a directo, se completó la formación como un cuarteto eléctrico y grabamos nuestro primer disco, “Santoral”.
De inmediato se unieron Dani Levy (Bajo) y Antonio Pelomono (batería) y ya estaba conformado el cuarteto más distinguido del rock en Granada, una auténtica superbanda con cuatro virtuosos músicos que enriquecían el conjunto proyectando sus distintas personalidades.
SANTORAL (2016). Maldita la hora.
«El nombre del grupo es simplemente una combinación de palabras un poco dadaísta que de algún modo resuena con la música que hacemos.»
«Santoral», disco autoproducido por la propia banda y grabado en 2015, fue mezclado por el propio Antonio Travé, masterizado por Jonas Kroper en Amsterdam y coeditado en CD junto a Aneurisma Records, adornado con el siempre destacable artwork de El Ciento. Nueve canciones que desde el principio sientan las bases del sonido característico de la banda y sus diversas aristas, con piezas que pasarán a formar parte inamovible de su repertorio en directo, como «Empandilla de cucarachas», «Mulock», «School Days» o «Black Horse (Plegaria)». Letras de momento siempre en inglés, pasajes lisérgicos de hondo calado, instrumentales que dan pie a formidables tormentas eléctricas y gozosos viajes psicodélicos como la sublime «Sepulchre» con un mágico juego de voces, los Creedence más tóxicos de «Open Sun», el alucinógeno viaje al universo de Pink Floyd de «Ring is a Trouble» o esa irresistible cadencia de «Our Lady Rock & Roll» que pareciera un borrador de unos Crazy Horse empapados del ácido de Grateful Dead.
Temas inalcanzables para la mayoría de bandas debutantes y que Elemento Deserto exhiben con pasmosa naturalidad. Y es que lejos de ser un disco irregular, «Santoral» no se resquebraja en ningún momento, no presenta ninguna fisura y suena todavía compacto y robusto. Un impresionante comienzo para esta aventura de una banda musicalmente cosmopolita pero con fuertes raíces y arraigo granadino, ya sea en Benalúa o en la Zubia, no faltando las constantes referencias costumbristas y al mundo rural en su obra y su imaginería.
LOS MONTES EN LLAMAS (2019). El final del verano.
«Lo grabamos nosotros en el escenario del teatro de Benalúa. El Oso estuvo a los mandos durante la grabación, con el equipo que tenía por entonces y algunos otros cacharros que nos prestaron. Luego, supervisó también las mezclas (obra de Pedro Izquierdo, de Runawayrecording) y la masterización (by Alberto Chamorro, de Sonobalance»).
Grabado en agosto y septiembre de 2017, tres años después y un montón de directos que mostraron la realidad de una banda con un directo demoledor, se presenta en 2019 «Los Montes en Llamas» editado por el sello austriaco Mai Lei Bel, un sello especializado en muy cuidadas ediciones y diseño e ilustraciones del propio Oso de Benalúa.
De nuevo los cuatro músicos comparten tareas creativas potenciando en este caso su mirada hacia la década de los 70 y a una vertiente más progresiva, con referencias claras a Pink Floyd, Soft Machine o Tangerine Dream, sin olvidar otros ingredientes en el mejunje sónico del Krautrock de Can o Faust y por qué no, de bandas actuales como Animal Collective o The Black Angels. Se alterna el inglés y el castellano en las letras, siempre con estribillos con buena dosis de surrealismo y humor negro al servicio del soberbio potencial instrumental de la banda. La delicada sonata psicodelica «Siempreviva de Mojácar» fue el primer single con el que empezaron a tener más presencia en emisoras de radio y medios especializados, además de las redes sociales gracias a un hipnótico vídeo que acompañó a la promoción. En directo el disco funciona como un rodillo, desde los hits instantáneos como «Loopback» o «Poor Boy Insane» hasta la excepcional «Pasos largos» que suele ser el momento álgido al dar rienda suelta al potencial instrumental de los cuatro músicos en su imaginativo desarrollo.
El juego de voces de Tony Molina y Antonio Travé destaca en la mayoría de temas, como en la soberbia distorsión de «Le dieron tormento», un sonido que supone una evolución respecto a «Santoral» con un distinguido y moderado uso de samplers y pedales. En constante búsqueda y plenos de inquietudes, los músicos no cesan en buscar nuevos y excitantes retos, como su actuación en el teatro museo José Guerrero interpretando los 40 minutos de la hipnótica «Suite de Moho», su show en la sala BoogaClub de 2019 donde junto a Red Passenger reprodujeron íntegro el «Echoes» de Pinck Floyd o su otros show en la sala Planta Baja donde tuvieron la brillante idea de hacer evolucionar «Mulock» hasta transformarlo en la epopeya dylaniana de «Just Like Tom Thumb’s Blues».
Por desgracia, durante la gira de presentación de «Los montes en llamas» se anunció la salida del grupo del gran Antonio Pelomono, una baja sensible y en ese momento toda una incógnita para el futuro de la banda dada el enorme peso y personalidad del batería y su decisiva influencia en el sonido de los dos primeros discos. Tras una transitoria presencia en la formación del batería Pablo Fernández (compañero de Dani Levy en otros interesantes proyectos como Papaya Club), se formalizó la llegada del cuarto miembro que completa la formación actual: el implacable batería Giggs Nother, músico todoterreno de contundente pegada miembro original de El Oso y sus Sabandijas.
Los Montes en llamas obtuvo una calurosa acogida por parte del público y los medios, siendo considerado, por ejemplo, uno de los 10 mejores discos nacionales de ese año por Ruta 66.
«Las canciones empiezan con una idea. Puede ser un riff, una letra o una progresión de acordes que traiga alguien de casa, o también un groove que nos surja improvisando. De ahí, se intenta desarrollar en el local de ensayo. A veces somos capaces de terminar el tema entre todos y otras veces se atranca y se lo lleva alguien como deberes.»
«LA HORA MALDITA» (2022), la psicodelia de la España vaciada
«El tiempo trascurrido ha impuesto ese título, aunque era una frase que nos rondaba por la cabeza y que acabó formando parte de la letra de «Malabicha», al principio era ‘Maldita la hora’ y acabó dándose la vuelta, pero también hay que señalar que la temática de los textos redunda mucho en conflictos, peleas, asesinatos, de hecho en la edición física el título va subtitulado como Pequeño Compendio de Dramas Rurales, también cada canción lleva un título alternativo. Lo cierto es que las letras nos han salido muy crípticas, y el subtítulo da pistas acerca del mensaje que queremos trasmitir»
El tercer y esperado álbum, con continuos retrasos por diversos contratiempos en las fabricación, llega por fin el viernes 25 de marzo a las tiendas y plataformas de la mano de nuevo del sello austriaco Mai Lei Bel. Subtitulado “Pequeño Compendio de Dramas Rurales”, contiene diez cortes en los que se explora el secano andaluz desde el simbolismo, el surrealismo y la neopsicodelia.
«La Hora Maldita» llega tras un 2021 en el que la banda ha lanzado colaboraciones con Unidad y Armonía («En latitudes templadas», un descarte de «Los Montes en Llamas») y Sebastián Orellana (la divertida «Cochinilla blanca»), e incluye los últimos tres singles del grupo: «El mambo del ansia», «Antonio Demonio» y «(Ya está aquí) lo malo».
Elemento Deserto depura y perfecciona su estilo en «La Hora Maldita», con todas las letras en castellano en esta ocasión, siendo notoria una evolución y una mayor concreción de su sonido, un viaje entre riffs rocosos y ritmos tribales, pero también melodías cálidas y atmósferas lisérgicas. Resulta palpable una premeditada actualización de su propuesta, un cierto alejamiento del rock progresivo 70s y una búsqueda de nuevos horizontes en la calidez del Laurel Canyon, las armonías vocales y la psicodelia costa oeste californiana, un muro de sonido quizá menos hipnótico y más ligero, afianzando aún más sus cimientos en el acid rock, el kraut rock, el western de Morricone, la singularidad beatle de George Harrison y el folklore local.
Con una cada vez mayor implicación de Tony Molina en la producción y en su faceta de letrista, se ofrecen textos más complejos con historias extraídas del acervo cultural popular y arreglos muy actuales que ponen la vista en otras bandas contemporáneas. Irrumpe un sutil uso de instrumentos exóticos, loops y reverb, wah-wah o sitar y reminiscencias orientales, todo desde una perspectiva muy melódica y estribillos más directos donde se podría seguir el rastro de bandas como Tame Impala, Weather Station, Boogarins, Animal Collective, Mystic Braves y otros grandes nombres de la neopsicodelia.
«La Hora Maldita» incluye composiciones provenientes de las diversas etapas de la banda, incluso algunos descartes de los dos primeros discos en los que participaba Antonio Pelomono, dejando fuera otras piezas que inicialmente estaban previstas como la fascinante «Hermanos», habitual en los directos de la banda.
Tres singles han servido de adelanto, con tres elaborados vídeos dirigidos por Javier Sánchez León que han potenciado el aspecto visual de la banda, si bien habrían podido ser muchos más los adelantos dado el nivel de otros temas como «Petronila», la fantástica «Camino bajo» o la poderosa letanía de «Siete Muelles», quizá el tema más cercano a su anterior «Los montes en llamas». Y emulando a los grandes discos de la historia del rock, un cierre que se avecina como legendario y con enorme potencial en los directos, las excelente suite «Cowboy de media mañana», una de las grandes composiciones de toda la historia de la banda.
– A ver, leo dos cosas que han dicho de ustedes, una que hacen «psicodelia costumbrista», ¿y eso qué es?
– Es el cariz que están tomando últimamente nuestras canciones, en especial las letras. Tampoco es nada nuevo, lo hacían los Kinks, o más cercanamente Grupo de Expertos Solynieve. En nuestro caso, acabar ahí ha sido un proceso natural de tirar de la cuerda. Por ejemplo, si al principio nos interesábamos por los argumentos de las películas de spaghetti western, luego nos inspirábamos en los parajes accitanos donde se rodaban, y al final acabamos hablando de los chavales de Charches de los años setenta que iban al set de rodaje a recoger cascos de botella y a cazar alacranes, y de sus madres y los santos a los que rezaban.
El próximo 25 de marzo estará a la venta «La Hora Maldita», una vez alcanzado el enorme prestigio de la banda, esperemos que sea el momento de su imparable despegue comercial y su presencia en escenarios y festivales de todo el mundo sea un hecho sin retorno.